
ALEJANDRO HURTADO: "Maestros del Arte clásico flamenco"
Alejandro Hurtado nos deja en esta grabación sus magníficas versiones de dos de los grandes maestros de la guitarra flamenca: Ramón Montoya y Manolo de Huelva.
Pero además de su excepcional forma de interpretar esta música, este registro nos aporta otro interesante documento: por primera vez podremos escuchar con la calidad que permiten los actuales sistemas de grabación los instrumentos originales que esos dos guitarristas utilizaron durante la mayor parte de su carrera.
Se trata de dos excepcionales instrumentos, construidos por Santos Hernández en 1916 (en el taller de la Viuda de Manueo Ramírez) la de Montoya y en 1937 la de Manolo de Huelva . Ambas guitarras son propiedad de la familia Zayas desde el fallecimiento de sus respectivos dueños, siendo esta la primera vez que se autoriza su uso para una grabación.
Alejandro ha seleccionado cinco piezas de cada uno de los intérpretes; de Montoya, interpreta cinco de sus más interesantes composiciones, entre las que no podía faltar su célebre Rondeña, de la que nos deja una inigualable versión. En el caso de Manolo de Huelva, guitarrista que siempre se negó a actuar en solitario, y solo concebía la guitarra flamenca como instrumento acompañante, Hurtado ha hecho su propia selección de diferentes falsetas, que ha combinado para dar forma a cinco de los estilos flamencos más clásicos (Soleares, seguiríyas, alegrías, serrana y bulerías), que nos presenta como verdaderas piezas de concierto.
Solo un guitarrista con la sensibilidad y la técnica de Alejandro Hurtado, cualidades a las que hay que unir su profundo conocimiento del repertorio de los clásicos de la guitarra flamenca, puede conseguir rescatar los toques de estos dos guitarristas, respetando el estilo de cada uno al tiempo que adaptándose a las características de cada una de las guitarras, pero sin dejar de aportar su personal forma de entender la música.
A mediados de los años 30 del siglo XX Marius de Zayas decidió apoyar a Ramón Montoya, produciendo una serie de grabaciones discográficas, así como impulsando su carrera artística. De modo similar actuó con Manolo de Huelva, de quien grabó un histórico video acompañando al baile a "La Argentinita". Su esposa, Virginia Randolph Harrison, trabajó durante años mano a mano con Manolo de Huelva, transcribiendo a notación musical la totalidad de las falsetas del genial músico onubense.
La relación con la familia Zayas se mantuvo hasta el fallecimiento de ambos artistas. Esto explica por qué sus instrumentos pasaron a ser propiedad de la familia Zayas. Desaparecido Marius, los instrumentos quedaron a cargo de su hijo, Rodrigo de Zayas, quien los ha mantenido en un perfecto estado hasta la actualidad. Posiblemente una de las razones de ese magnífico estado de conservación sea el cariño y el cuidado con que los han tratado, así como el nivel de protección que han mantenido siempre. Los instrumentos rara vez han salido de su casa, y apenas han sido tocados por otros guitarristas en todo este tiempo, por temor a que pudieran ser dañados.
Indudablemente, ha sido necesaria la aparición de una persona con un talento tan especial como el de Alejandro Hurtado, para que después de tantas décadas los propietarios de los instrumentos autorizasen su uso para una grabación. Alejandro se acercó al archivo de los Zayas no en busca de las guitarras, sino con la intención de encontrar música de Manolo de Huelva, conocedor de que allí se guardaban las transcripciones de sus falsetas. Tras varias visitas, y después de escuchar tocar a Alejandro, tanto Rodrigo de Zayas como su esposa Anne apreciaron el enorme talento de este joven guitarrista, al mismo tiempo que su calidad humana. De este modo fueron ellos mismos los que le ofrecieron la posibilidad de utilizar los instrumentos para una grabación
Desde el momento en que Alejandro recibió esta oferta, se puso a trabajar intensamente, y después de tan solo 52 días -de los cuales apenas dos fueron para tomar contacto con los instrumentos originales- en los que diseñó y preparó los temas a grabar, entró en el estudio de grabación. Consciente de que los instrumentos no podían estar mucho tiempo fuera de la casa de los Zayas, en tan solo dos días grabó los 10 temas que se incluyen en este disco, alguno de los cuales se puede escuchar grabado de una sola toma, sin ningún tipo de edición, al igual que se hacía en la época de Montoya y Manolo de Huelva. El resultado es el magnífico trabajo que hoy tiene usted en sus manos.
Implicarse en este proyecto ha puesto a Rodrigo de Zayas en situación de repetir lo que su padre hiciera casi un siglo antes: facilitar la grabación de ese disco que nos permite escuchar la música de estos dos grandes pilares de la guitarra flamenca, en instrumentos históricos, pero con la calidad de sonido que permiten los modernos sistemas de grabación. Alejandro Hurtado nos deja unas versiones que, sin dejar de ser fieles al estilo y manera de tocar de los dos grandes maestros, nos aportan su personal visión de la música. Aunque lo que él pretende, desde la humildad que caracteriza a los grandes artistas, es que las nuevas generaciones vuelvan a escuchar y a valorar la música de los maestros antiguos tanto como él lo hace.
Pablo Barón Catedrático de guitarra clásica